"LA ECOLOGIA ES MAS QUE UN PAISAJE"
La ecología es más que un tema de paisaje, de regar plantas y de volver a lo natural. Es un modo de concebir la existencia, las formas de relación con otros y de pensar, desde diversos ámbitos, cómo estamos viviendo para haber llegado al punto de destrucción en el que estamos como Humanidad.
Desde estos ámbitos, el psicoanálisis tiene mucho que decir, especialmente a partir del concepto de PULSION y su particularidad propiamente humana: se trata de una condición psíquica estructuralmente "devoradora", que siempre quiere más y que está des-ligada de lo que se entiende por "necesidad", que sería lo propio del resto de las especies planetarias.
Cuando se distinguen los conceptos de "necesidad" y "pulsión", se entiende cómo el ser humano se encuentra separado del cuerpo biológico y, por lo tanto de la naturaleza. Esta es una división estructural, como efecto del ingreso al lenguaje y la participación en la cultura, operación que produce una FALTA constitutiva, imposible de "llenar", de completar, aún cuando siempre se vive con la ilusión de hacerlo.
Lo curioso es que este concepto estructural de lo humano va de la mano con la lógica capitalista. Como si los gestores de este sistema lo hubieran estudiado tan bien, que se las han arreglado perfectamente para hacerlo funcionar: las personas piden, con la ilusión de llenar la falta; el sistema de consumo promete que por fin lo hará, a través de la oferta y adquisición de objetos tangibles e intangibles. El problema es que esto nunca se logra, la ilusión sigue permanente y el circuito continúa. De esta manera, se va produciendo una CULTURA DE LOS EXCESOS INSTALADA EN UNA PROMESA INFINITA.
A esta dinámica se agrega el hecho de que el humano es el único ser viviente que llega al mundo desposeído, sin herramientas incorporadas a su cuerpo para sobrevivir. Su única particularidad es una fuerza vital, que lo lleva en un inicio, a chupar para alimentarse, a llorar y reclamar, consiguiendo la supervivencia solo cuando hay otro dispuesto a atenderlo, en un amplio sentido.
Esta primera acción, que en el mejor de los casos debiera estar ligada al pecho de la madre y acompañada del lenguaje en muchas de sus formas, es la que le permitirá ir vinculándose, paso a paso a otros "objetos", ya sean personas, herramientas, ideas, artefactos, que le irán ayudando a sobrevivir y también a defenderse.
Pareciera que esta indefensión constitutiva, junto a la dependencia estructural de otro y de los objetos, hace suponer que mientras más tenemos, más protegidos estamos. Esta es la forma de funcionar que ha sido detectada por los radares del capitalismo, sus lógicas de consumo y que, paradógicamente, nos están llevando a un punto de no-retorno y destrucción de la Humanidad.
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