TALLER ECOLÓGICO: SOCIEDAD DE CONSUMO Y SUS CONSECUENCIAS AMBIENTALES

Esta actividad fue parte de un Ciclo de Talleres que está realizando la organización Mi Comuna Ecológica (MiCE), todos los viernes, desde abril hasta noviembre, del 2021.

En esta ocasión se conversó sobre el tema del consumo en la sociedad actual y sus consecuencias en el medio ambiente, especialmente en relación al funcionamiento de base que hay en el ser humano y que nos ha llevado a esta situación. 

I.- Todos sabemos que los modos de consumo tienen consecuencias en el medio ambiente. Si bien es parte del proceso humano consumir, es importante considerar que en la época actual los índices de consumo y de basura han aumentado de forma desbordante, por diversos motivos, que podemos ir conversando a lo largo del Taller. 

Lo primero que quiero señalar, es la diferencia constitutiva que existe entre el ser humano y el mundo animal. ¿Han visto alguna vez a un animal NO DOMESTICO consumir algo más allá de su alimento? ¿Han visto a un animal botar algo más que su feca?.

Para entender esto, primero hay que considerar que algo sucedió en la evolución, que diferenció a lo humano del modo de constitución animal. Hay un libro muy interesante llamado "De Animales a Dioses", donde está explicado este proceso, de manera histórica. En esta ocasión, explicaré lo que hace que un humano se distinga constitutivamente de un animal, las consecuencias que esto tiene para el mundo en que vivimos y algunas posibles soluciones.       

Empezaremos por explicar un concepto no muy conocido que se llama "pulsión". Voy a explicarlo, remitiéndonos a los primeros momentos que establece un bebé en la relación con la madre, para después extrapolarlo a lo que nos convoca hoy. Este es un esquema teórico, ya que sabemos que hay muchos casos que no funcionan así, pero es para que se entienda la diferencia entre la "necesidad" y este nuevo concepto llamado "pulsión".

Todos sabemos que para vivir hay que alimentarse y que naturalmente, en los mamíferos, lo que cumple esta función es el pecho, la mama materna. Lo que también sabemos es que muchas veces el bebé después de absorber los alimentos, se duerme sobre el seno de su madre. También sabemos que muchas veces esta absorción no siempre se hace por hambre, sino por el acto mismo del placer, que ésta trae consigo. 

Este primer ACTO es decidor en lo que quiero trasmitir acá, porque al ir produciendo satisfacción y placer en sí mismo, la NECESIDAD fisiológica se va separando de la absorción de alimentos propiamente tal. Por ejemplo, en el bebé el "objeto-pecho", empieza a ser sustituido por el dedo, por el chupete, por la mano y por otros objetos que le van dando placer.

¿A alguien le ha pasado que come sin tener hambre, por el solo hecho de querer degustar algo dulce, masticar, devorar, o por lo que sea?

Entonces, como primer paradigma, podemos decir que en lo humano las necesidades fisiológicas se van distanciando del acto mismo que produce su satisfacción y empiezan a tomar su propio camino. (ej. necesidad de nutrición/ganas de comer)

Esta dinámica es necesaria para constituir la sobrevivencia psíquica y la subjetividad humana, en tanto las personas no solo deben ser alimentadas de comida, sino también de cariños, emociones, palabras, calor y todo lo que implica el vínculo con otros. Esto va dejando huellas que irán marcando la vida futura, y las elecciones y sustituciones que se realicen. Por ejemplo, en el taller anterior,  Gabriela Pazos se refirió al vinculo con la Naturaleza y a quienes marcan este lazo en la infancia.

Este paradigma de base determina una diferencia fundamental en relación al instinto del animal, que es directo. Así mismo, podemos ver que los animales (y quizás también algunas plantas), traen en su propio organismo algo que les permite subsistir si el ambiente le es compatible: los pájaros tienen alas para volar; los peces escamas para nadar; los mismos mamíferos después de algunos meses se levantan por sí mismos, caminan e incluso se olvidan de sus progenitores. Incluso tienen sexo solo para procrear (la hembra está en celo). 

Es decir, en el instinto hay algo programado y tiene una relación de uno a uno con un objeto de correspondencia. Los humanos necesitamos de artefactos para sobrevivir; no traemos nada con nosotros mismos (ni siquiera muchos pelos para protegernos del frío) que nos lo permita; estamos ligados a nuestros familiares incluso después de muertos y la relación a lo sexual es bastante más variada que en lo animal y no depende directamente de la procreación. 

II.- El segundo paradigma es que la satisfacción pulsional nunca es completa, siempre está queriendo otra cosa. ¿Por qué? Porque como se separa de la necesidad y anda por si sola, surge un espacio entre la persona y el objeto, que nunca será completado. Una falta estructural. Esto implica que a lo que se dedicará el humano en su vida, será a intentar LLENAR esta falta, que además fue casi definida en su más tierna infancia.

Sucede entonces, que en esta ansiedad por llenar la propia falta y también la del otro, en el caso del bebé y la madre se pueden llegar a producir intentos de satisfacción sin intervalos, sin espacios de espera, sin distancias, en los cuales el "alimento" (ya en el amplio sentido de la palabra), empieza a determinar la relación. El niño va quedando capturado en esta red, sin regulación del placer, sin poder rechazar lo que se le ofrece y sin lograr separarse. La psicoanalista Graciela Sobral llama "Plenitud que ahoga" a esta dinámica que obliga al consumo infinito.

El "alimento" empieza a ocupar un lugar privilegiado en el psiquismo, donde todo gira alrededor de su obtención, de la expectativa de placer asociada y de generar condiciones para su consumo. Este "alimento" es sustituido, para llenar la falta, por otras "sustancias" con las cuales la persona va estableciendo una relación similar al origen. Ahí se consume drogas, medicamentos, sexo, objetos tecnológicos, compras innecesarias, incluso personas.

                                                        ❆

 III.- Volviendo al tema histórico de la costurera y al 3X1 de ahora, entendiendo este concepto de lo propiamente humano y aplicándolo a nuestra sociedad contemporánea, podemos pensar que la "pulsión" (a diferencia del instinto y de la necesidad) nos puede ayudar a comprender como funciona el consumo en la actualidad. 

Todos sabemos que la sociedad actual se ha constituido en torno a la industrialización masiva de productos y servicios, que se adquieren en forma inmediata, que son reemplazables fácilmente y que se encuentran cada vez más al servicio de los ciudadanos. Si bien esto ha permitido que la vida cotidiana sea más cómoda y más llevable para muchas personas, también ha tenido consecuencias en el mundo en que vivimos.

Un ejemplo curiosamente polémico es la lavadora. Una vez una persona que era de provincia, que había estudiado con sus propios medios y que trabajaba en Santiago, comentó que le regaló una lavadora a su mamá y que la había hecho muy feliz: la mamá trabajaba limpiando pescado en la caleta de Tomé; siempre había tenido que lavar la ropa a mano y las tenía muy deterioradas. Para mi, que la lavadora es algo que siempre hubo en casa y nunca me lo cuestioné, me impactó lo trascendental que podía ser para la vida de esta personas este cambio tan cotidiano. Hace unos meses, participando en un grupo, contaban de una situación parecida en otro contexto, pero le daban una connotación que aludía a lo patriarcal que era regalarle esto a una mujer dueña de casa, donde los cuidados y lo doméstico estaba referido a las mujeres.

Estas tres formas distintas de valoración que se le da  a un mismo objeto es lo que ejemplifica lo comentado anteriormente. Imagino que los animales ni se enteran de lo que es una lavadora.  

Si bien actualmente hay recursos tecnológicos que facilitan la vida actual, el problema que surge en la sociedad de consumo es que en su modo de funcionar confunde y hace confundir los conceptos de "necesidad" y "pulsión", haciéndole creer a las personas que necesitan algo o que con "esto" si que van a encontrar lo que realmente necesitan, siendo que por lo visto, la satisfacción humana nunca será posible.

En los años ochenta Manfred Max-Neef fue uno de los primeros en mencionar que las necesidades son creadas y que el sistema de mercado ofrece objetos para satisfacerlas. Lo importante es que no tiene que ver solo con lavar de una manera más eficiente, si no, que en esta dinámica se incluye también, la "felicidad" que produce hacerlo, o la alegría de tener un hijo preocupado por su madre, o el orgullo de ser el salvador de la pobreza transgeneracional, etcetera. 

¿Qué se ofrece? ¿Qué buscan lo consumidores? 

De seguro la publicidad lo intuye.

Hasta aquí hemos visto lo que se refiere a la discontinuidad entre necesidad y pulsión, en relación a la circulación de los objetos de consumo y el sistema que lo incentiva. En otra ocasión veremos como funciona esta dinámica en relación a los desechos y sus complejidades, en torno a otros lugares del cuerpo y las significaciones que estos puedan tener en lo humano: "Lo que se come se tiene que botar" ¿Cómo se hace?

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BIBLIOGRAFIA

“De Animales a Dioses” - “Homo Deus”. Yuval Noah Harari

LA OBESIDAD, UN PROBLEMA PSÍQUICO. Graciela Sobral 

Desarrollo a Escala Humana. Manfred Max-Neef. 

Película: “Brasil”, Terry Gilliam

Serie: “Black Miror”, Charlie Brooker

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