LA NATURALEZA COMO SUJETO DE DERECHO, Del Antropocentrismo al Ecocentrismo

Pensar a la Naturaleza como un este autónomo, vital y existencial, permite cuestionar y reubicar los lugares desde donde se ha situado el ser humano para existir y relacionarse con otros. También, la manera cómo éste ha ejercido el poder, apropiándose de la vida del planeta, de las comunidades y ecosistemas a lo largo de la historia. Así como han surgido los derechos de la mujer, los niños, los animales, los pueblos originarios y las razas, surge también el concepto de considerar a la Naturaleza como "sujeto de derecho",  de manera de transitar desde una posición de "objeto" a una de "sujeto".  Concepto que implica el paso de lo UNO a lo DiVeRSo. 

Esta manera de estar en el mundo proviene de la filosofía tradicional, que ha situado al ser humano en un lugar de supremacía, en la cúspide de la pirámide evolutiva y alimenticia, y en el escalafón superior de las especies. El problema de este modo de vida, es que el uso y abuso al que hemos llegado ha conducido al estado crítico de emergencia climática y a su colapso. Como dice la abogada Florencia Ortúzar: "Llevamos años y años en que la Naturaleza está literalmente subsidiando los negocios, entonces ya se nos acabó el crédito, hace rato".  

Este reconocimiento, reubicaría a la especie humana como una más entre los seres que habitan el planeta. Su consecuencia sería realizar un cambio epistemológico, desde una posición ANTROPOCÉNTRICA a una ECO-CÉNTRICA. 

A partir de la creación de una nueva Constitución y de la reivindicación de los pueblos originarios, se están recuperando cosmovisiones de culturas ancestrales, que consideraban a la naturaleza como un ente que iba más allá de uno, que tenía existencia propia y que era necesario mantener, respetando la regeneración de los ciclos vitales, ritmos, estructura, funciones y procesos evolutivos. Si bien esto se ha hecho más presente en relación al concepto de Pachamama, Madre Tierra y filosofía del "Buen Vivir", también en los orígenes del mundo occidental, de la historia greco-romana, se atribuían los procesos naturales a fuerzas divinas, como lo dioses del Trueno, del Fuego y tantos otros, que tenía significaciones simbólicas, históricas y culturales, que hacía que no fueran "propietarios" de la naturaleza, tal como es en la actualidad.

Si bien los derechos judiciales en sí mismos, no librarán a la naturaleza de presiones y amenazas, ni tampoco el hecho de escribirlos garantizará su respeto, al igual como ésta no tendría la posibilidad de defenderse en una corte judicial, es importante hacer el ejercicio de su reconocimiento, para instalar una nueva forma de situarnos en el mundo, que la considere en todos los aspectos de la vida como pilar fundamental y soporte material de la existencia. 

Suponerla como sujeto de derecho, es un primer paso para que el mismo ser humano se ubique en un lugar de humildad respecto a ésta y a todos sus compañer@s, entendiendo que necesita de la existencia de otros para preservar la propia. Esto implica un gran cambio cultural y epistemológico, asumiendo que la biodiversidad del planeta la componemos todos los seres que habitamos en él. 

Leer MAS:

-"¿DEBERÍA LA NATURALEZA TENER DERECHOS?, La Propuesta que reflotó ante la posibilidad de redactar una nueva Constitución. Por Paula Díaz Levi 

- "EN CONVERSACIONES CON LA PACHAMAMA", Texto escrito el año 2015. Por Ximena Arrau 


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